Desde hace ya unos años, he encontrado una solución muy práctica para camuflar ese pelo blanco, gris que va ganando terreno a mi pelo castaño original. Voy a la peluquería para que me hagan reflejos. Muchos y muy finos y no demasiado rubios. De un color caramelo. Queda muy natural y disimula mucho mejor que cualquier tinte o baño de color.
Además, los reflejos tienen la ventaja que al crecer el pelo no se ve una raya con la diferencia de color. La mayoría de pelo crece con el color natural sin verse afectado por decoloraciones y su aspecto es mucho más sano que si lo decoloras totalmente. Yo, acudo a la peluquería 2 veces al año para hacerme las mechas y mi melena se ve sana y cuidada.
Ahorras tiempo, dinero y tu cabello sale ganando en salud!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario